Hoy en día, el despertar espiritual se está dando a pasos agigantados sobre la humanidad, mucha gente está despertando, la verdad está saliendo a la luz.
Y eso sí, que es una buena noticia, nos acercamos a un gran cambio desde el personal y colectivo; algo grande y maravilloso está sucediendo dentro de cada ser y en consecuencia en toda la humanidad.
¿Cómo empieza este despertar en uno mismo?
El despertar espiritual puede darse de la mejor manera, siguiendo la guía de tu corazón.
Pero en cambio, si hay una resistencia de tu parte de permanecer en el miedo y por ende en lo viejo, entonces tu alma, tu corazón, tu cuerpo, te alerta a través de una enfermedad física o emocional.
También, se te puede presentar por medio de un acontecimiento o evento en tu vida, como un llamado o una alerta de que es hora de despertar, de avanzar, de romper relaciones de todo tipo, esas que frenan tu avance, para dar pase al camino del amor.
En un comienzo no es fácil, requiere un verdadero esfuerzo el desarraigarse de todo lo que no sirve para evolucionar.
Pero sí que vale la pena, y claro que siempre hay personas y guías divinos que nos ayudan y acompañan en este proceso, pero el esfuerzo y avance es en gran medida de ti.
En el proceso a este despertar espiritual, hay que vaciarse de lo viejo para dar pase a lo nuevo.
Mientras aun tengas arraigado en ti, sentimientos, emociones y heridas del pasado, mientras el ego reine en ti, no habrá lugar para el despertar espiritual.
Así que, volviendo a recalcar que para llenarse de lo nuevo, hay que vaciar eso viejo, bajo, negativo, y dar paso a la humildad. Es ahí donde te cuento en los siguientes párrafos lo que experimentarás, o si bien, ya lo estás experimentando.
Síntomas de que estas despertando espiritualmente
Empieza un gran cambio en tu vida:
- Una llama se enciende en tu corazón, y todo empieza a cobrar sentido en tu vida.
- Despierta un amor por todo y por todos, te vuelves más consciente, compasiva y cuidadosa.
- Sientes una empatía incomparable contigo mismo y con los que te rodean.
- Las cosas materiales ya no tienen importancia, así que, todas las cosas y situaciones por las que antes te desvivías y te armabas un lío, pasan a segundo plano. Ahora te interesas más por las cosas de tu alma.
- Sientes que ya no encajasen lugares y con personas que antes sí. Lo cual esto te lleva a disfrutar y permanecer más tiempo a solas, contigo misma, lejos de los ruidos externos.
- Empiezas a tomar tú las riendas de tu vida, libre de manipulaciones y apegos externos, ya sea familiares, medio social, etc.
- Debido a ello nace el desapego, y por ende ya no hay sufrimiento.
- Te interesas por lecturas que alimentan tu alma y pierdes el interés por aquellos escritos de chismes y revistas efímeras.
- Hay un interés creciente por encontrar tu propósito de vida en la tierra.
- Cuidas y nutres tu alma, cuerpo y mente, desde una alimentación sana, tu entorno, hasta la música que escuchas y lees.
- Has aprendido y recordado que vivir en el drama, es vivir desde el miedo, y ahora elijes vivir desde el amor.
Abigail Cabrejos
